La ausencia de lluvias y la prolongación de las altas temperaturas en España están levantando todas las alertas regionales y nacionales. La sequía se puede definir como un periodo prolongado en el que hay escasez de recursos hídricos, lo que acaba repercutiendo no solo en la sostenibilidad de la agricultura sino en los ecosistemas y en nuestro día a día. En periodo estival es común observar una disminución de las lluvias con respecto a los meses invernales, sin embargo, actualmente nos encontramos en una época de cambios en el planeta y nuestros veranos son mucho más largos que los de hace décadas, con una media de seis semanas más, según indica la Agencia Estatal de Meteorología.
Esto no solo se está viendo reflejado en España, países como Italia han comenzado a racionalizar el consumo de agua de su población, decretándose incluso el estado de emergencia en algunas zonas del norte debido a la peor crisis hídrica de los últimos 70 años. ¿Cuáles son las principales consecuencias de la escasez de lluvias en una región?
Entre las más destacables y según concreta la revista Geophysical Research Letters, las consecuencias son nefastas para el desarrollo de las especies, llegando incluso el punto de producirse movimientos de refugiados climáticos. Además, afectaría sobremanera a nuestra alimentación, llegando, en el peor de los casos, a producirse situaciones de hambrunas por la escasez de alimentos, situación especialmente peligrosa en países en desarrollo. Los incendios también se están volviendo preocupantes en nuestro país, de hecho nos encontramos en alerta por agrupaciones de fuegos en la cornisa cantábrica, los alrededores de Barcelona, la Meseta Sur, sur de Extremadura y el oeste andaluz, concretamente en la zona del Ronquillo, en Sevilla, donde, informa la Junta de Andalucía, durante esta semana ha sido necesario activar el nivel 1 del Plan de Emergencias por Incendios Forestales. El equipo de investigaciones del Centro de Excelencia Antártica de climas extremos (ARC, Antartic Center of Excellence) augura que las zonas que más sufrirán las consecuencias de las sequías que se prevén próximamente serán Australia, el Mediterráneo y el sur de África.
En definitiva, la lluvia es nuestra fuente de riqueza, y no sólo lo dice la ciencia, también el sabio refranero español: Cuando no llueve en febrero, no hay buen prado ni centeno; Cuando en diciembre mucho llueve, buen año es el que viene; Si hay lluvias en primavera, cuenta con la sementera.
Por Sara Adán.
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