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El cambio climático y los mosquitos

16/08/2023

Se le llama cambio climático al proceso de las variaciones en las temperaturas y los patrones climáticos, como indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este proceso puede darse mediante patrones naturales, sin embargo, desde el siglo XIX, es la actividad humana la responsable de la mayoría de los efectos ambientales extremos que cada vez experimentamos con más frecuencia. 

Son numerosas las consecuencias de este fenómeno: sequías cada vez más prolongadas, aumento del nivel del mar, incendios forestales graves, deshielo de los polos… Asimismo, los seres vivos y sus ecosistemas también sufren estas graves situaciones y necesitan buscar la manera de adaptarse a los nuevos panoramas que plantea el cambio climático. 

Los mosquitos son uno de los seres vivos que han modificado sus conductas, según un reciente estudio en el que ha participado la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC). Cada vez es más común observar la presencia de mosquitos nativos y especies invasoras en las áreas urbanas. Pero, ¿qué factores (además de los ambientales) influyen en que cada vez haya más?

La presencia de aguas estancadas, fuentes sin sistema de recirculación y las temperaturas moderadas son factores que motivan la proliferación de estos insectos, siendo el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), el mosquito común (Culex pipiens) y el Culiseta longiareolata las especies estudiadas en esta investigación. 

Asimismo, un aumento de las precipitaciones también se asocia a la presencia de mosquitos, además de colonizar especialmente sistemas de regulación de agua que poseen vegetación a su alrededor. Estos resultados son fruto de más de 230.000 visitas a 31.000 imbornales, elementos de saneamiento que trasladan el agua de escorrentía al sistema de alcantarillado. Gracias a este estudio, es posible conocer cómo la estructura de las ciudades tiene influencia en la presencia de mosquitos, lo que facilita el desarrollo de estrategias concretas para controlar estos movimientos y reducir el riesgo para la población.

¿Por qué los mosquitos pueden suponer un riesgo para la salud pública?

Los mosquitos son grandes vectores de enfermedades extendidas por todo el mundo. Cuando un mosquito ingiere sangre, también puede ingerir algún virus o parásito presente en sangre, lo que acaba afectando a la siguiente persona a la que pique, a través de su saliva. Algunas de las enfermedades, según el Ministerio de Sanidad, pueden ser el dengue, paludismo, fiebre del Niño occidental… En España hay numerosos vectores extendidos por la geografía nacional, algunos como los del género Culex o Aedes, especies estudiadas en la investigación del CSIC. Antiguamente, no era tan común esta transmisión global, sin embargo, en un mundo tan globalizado como el actual y tan turístico, es cada vez más posible esta introducción de vectores exóticos, como ya se han observado en muchos casos. 

Ya se han activado protocolos mundiales como resultado de las colaboraciones entre entidades globales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ONU, La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)… Todas ellas, unidas en un objetivo común: controlar y vigilar las enfermedades transmitidas tanto en personas como el animales domésticos, la detección de vectores, el recuento de datos, las predicciones climatológicas en este sentido, los usos del suelo, los procesos de urbanización…

En España se han realizado numerosas actuaciones desde las Comunidades Autónomas y además se dispone de una Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica consolidada que archiva la información de las Enfermedades de Declaración Obligatoria desde 1995. Según el Ministerio de Sanidad, cada uno/a de nosotros/as también puede tomar medidas individuales para impedir las picaduras de mosquito, por lo que nos especifican las siguientes recomendaciones:

  • Minimizar las zonas del cuerpo expuestas, vistiendo mangas largas y pantalones largos, utilizando, en la medida de lo posible, zapatos cerrados y calcetines altos. Asimismo, vestir ropa de colores claros atrae menos a los mosquitos. Los aerosoles para el pelo pueden ser atrayentes para estos insectos.
  • El aire acondicionado es un medio efectivo para mantener a los mosquitos fuera de las habitaciones
  • Las mosquiteras en las ventanas de los domicilios son muy útiles para reducir la presencia de insectos en casa. Del mismo modo, si no se dispone de ella, las mosquiteras de cama tienen gran utilidad para evitar picaduras cuando no estamos despiertos.
  • Usar insecticidas es una buena manera de evitar el contacto con los mosquitos. Cada vez es más común encontrar en farmacias sprays repelentes con olores agradables e incluso sin olor. 

¿Cuál será el futuro de este fenómeno? El cambio climático nos dará nuevas pistas sobre su capacidad de adaptación. Pero gracias a tipo de estudios se abren las puertas a estudiar los comportamientos presentes de peligrosos vectores y evitar que los mosquitos puedan tener efectos aún más graves en la salud de las personas e, incluso, evitar pandemias como la que vivimos en 2020. 

Por Sara Adán

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