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CDLC revivirá la Exposición Iberoamericana de Sevilla

31/05/2011

Cruzar el umbral del tiempo más de 80 años atrás, y conocer en primera persona una pincelada del que fue uno de los hitos culturales más importantes de la Sevilla de principios del siglo XX, será posible gracias a la Exposición “Perú en Sevilla 1929. Un viaje en el tiempo a la Exposición Iberoamericana”. Esta producción conjunta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Consulado General del Perú en Sevilla, se ha inaugurado hoy y estará abierta al público hasta el próximo 3 de julio.

Al acto de inauguración han asistido el Cónsul General de Perú en Sevilla, Óscar Barrenechea, el coordinador institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Andalucía, Fernando Hiraldo, y el coordinador de La Casa de la Ciencia, Héctor Garrido.

La muestra incluye una importante representación de los minerales, instrumentos de madera, libros y cerámicas que fueron expuestos en el Pabellón de Perú desde el 9 de mayo de 1929 hasta el 21 de junio de 1930.

En la muestra, que cuenta con la colaboración de la Fundación Cajasol y la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, se podrá observar una variada representación de los objetos, algunos de ellos en sus vitrinas originales, que hace ocho décadas se exhibieron en el Pabellón de Perú, actual sede de La Casa de la Ciencia y de la legación diplomática del país andino en la capital hispalense, durante la Exposición Iberoamericana de 1929. Los visitantes tendrán la oportunidad de revivir las experiencias de aquellos sevillanos de los años veinte, quizás sus propios abuelos o bisabuelos, que admirados asistían a lo que se había convertido en una verdadera novedad de la época; la realización de grandes exposiciones con vocación universal que perseguían dar a conocer tanto las riquezas materiales y culturales de los diferentes países, como sus industrias y áreas de producción.

De las ciento veintisiete edificaciones que se construyeron a propósito de la celebración, varios expertos coinciden en que el Pabellón de Perú, por su solidez, monumentalidad y carácter palaciego, fue una de las obras más representativas del conjunto ferial. Se trata de mil setecientos metros cuadrados proyectados por Manuel Piqueras Cotolí, arquitecto cordobés que desarrolló prácticamente toda su carrera en Perú, y que es considerado uno de los referentes más destacados del movimiento arquitectónico peruanista, y específicamente del estilo neo-indigenista o neo-peruanista, que buscaba la integración de la herencia cultural y espíritu indígena peruano con las influencias coloniales españolas. 

Volver a los salones del Pabellón

“Perú en Sevilla 1929. Un viaje en el tiempo a la Exposición iberoamericana” incluye una representación de varias de las secciones que llenaron los salones del Pabellón de Perú: minería, biblioteca, arqueología, y piezas u objetos de cerámica. La mayor parte de estas piezas han sido custodiadas estas décadas por las autoridades consulares peruanas en la ciudad; no obstante, inmediatamente después de terminar la muestra serán repatriadas a Perú en cumplimiento de la Ley General del Patrimonio Cultural (Ley del Gobierno peruano Nº 28296), centrada en la recuperación del patrimonio cultural desperdigado por el mundo, en muchos casos fruto de expolios en importantes monumentos. Por lo tanto, la muestra representa la última oportunidad de observar en Sevilla todas estas piezas de gran valor histórico.  

En cuanto a la minería, la exposición estará compuesta por una serie de muestras que reflejan la riqueza mineral del país andino; que incluyen colecciones con muestras de bismuto, plata, cobre, plomo, zinc, vanadio, tungsteno, carbón, azufre, mármoles y por supuesto oro. No en vano Perú figura entre los más importantes productores y exportadores mundiales de mineral.

En lo referentes al mundo editorial, explica la documentación de la época que el Pabellón ofreció al público la oportunidad de sumergirse en una auténtica biblioteca. Se trataba de cuatro salones de la planta baja del edificio que además de albergar pinturas de artistas peruanos, también tenía disponible cientos de ejemplares que abarcaban áreas como Agricultura y Veterinaria, Comercio, Política, Jurisprudencia, Relaciones Exteriores, Estadística, Literatura, Geografía, Historia, Medicina y Obras Públicas, entre otros. Todos los libros correspondían a una colección elaborada especialmente para la ocasión, y en sus lomos figuraba la inscripción “Exposición Iberoamericana de Sevilla”. De la colección se conservan unos 300 ejemplares, algunos de los cuales se exhibirán en la exposición.

Probablemente una de las secciones más valiosas del Pabellón fue la de Arqueología, ya que expuso más de dos mil piezas producidas por las diferentes culturas indígenas que habitaron Perú antes y durante la llegada de los españoles. Entre estas piezas se encontraban los objetos de cerámicas, que además de hacer las funciones propias en la dinámica doméstica de jarros y vasijas, también mostraban una función decorativa y religiosa, ya que buena parte de las asas de estos instrumentos adoptaban formas alegóricas humanas, animales o incluso vegetales. La variedad de objetos de cerámica exhibidos iba desde aquellos producidos por culturas más antiguas, que tuvieron su esplendor o bien antes o en los primeros siglos de la era cristiana, como la Cupisnique, Mochica, Nasca o Lima; hasta aquellos otros fabricados por culturas más próximas a las que se encontraron las huestes de Pizarro, tales como la Chimú, Chancay, y por supuesto la Inca.

Un buen número de estos objetos de cerámica permanecieron en Sevilla luego de 1929, y volverán a ser exhibidos en esta exposición conmemorativa. También incluye la muestra una representación de objetos de madera, elaborados por las culturas antes mencionadas, y que tenían una función en las labores de pesca, labranza de la tierra, y navegación. Se trata de remos o palas que al igual que las piezas de cerámica eran rematados con figuras alegóricas.

Un señor preincaico perdido en Hispalis

Hace pocos meses apareció en los medios de comunicación tanto españoles como peruanos una noticia curiosa. Un cráneo de un varón perteneciente a una cultura preincaica logró ser recuperado luego de permanecer durante ochenta años en paradero desconocido. El cráneo había formado parte de las piezas arqueológicas expuestas en el Pabellón de Perú durante la Exposición Iberoamericana de Sevilla. No obstante, una vez finalizado el evento en 1930, el cráneo no regresó al país andino.

 Parte de la solución del misterio lo traía el propio cráneo escrito en su superficie a manera de dedicatoria, como si de la primera página de un libro se tratase. “Esta calavera me la regaló mi amigo Ismael Pozo V. eminente escritor peruano, estuvo expuesta en el Pabellón de Perú durante la exposición Ibero-americana y procede del Cuzco, con una antigüedad de más de 2.000 años. Y para que conste lo firmo en Sevilla a 20 de febrero de 1931. Antonio Plata Olmedo. Artista Pintor”. En efecto, Ismael Pozo Velit, que en todas las biografías figura como escultor y no como escritor, fue colaborador de Manuel Piqueras Cotolí, su profesor en la Escuela de Bellas Artes de Lima, en la construcción del Pabellón de Perú. Todo indica que al finalizar la conmemoración Pozo obsequió el cráneo a Plata Olmedo, quien lo mantuvo en su poder hasta la década de los setenta, fecha en la cual pasó a manos del médico sevillano Rafael Fernández Domínguez hasta su fallecimiento en 2009.

Es en este momento cuando la familia de Fernández Domínguez entró en contacto con el Museo Arqueológico de Sevilla y, luego, con las autoridades Consulares para ceder el cráneo, y se inicia así la historia del regreso del hombre preincaico a su tierra de origen. Un estudio de Jesús Ambrosiani y Leandro Picabea, profesores de la Universidad de Sevilla, determinó que en efecto el cráneo corresponde a un hombre de unos 25 a 30 años que no desempeñó durante su vida grandes actividades físicas, y que por lo tanto pudo pertenecer a una clase social alta. Antes de regresar definitivamente al país andino, también formará parte de la exposición “Perú en Sevilla 1929. Un viaje en el tiempo a la Exposición Iberoamericana”. 

Imagenes: 
Detalle del Pabellón de Perú

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