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San Valentín en el reino animal

14/02/2024

En un día tan señalado en el calendario como es el día del amor, exploramos cómo se evidencia el afecto en el mundo de los animales. A menudo, este comportamiento es asociado al ser humano, sin embargo, la fauna también puede llegar a mostrar formas de compañerismo y cuidado hacia sus congéneres, a pesar de que puedan experimentarlo de manera diferente a nosotros. 

Ana Fidalgo, primatóloga y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), señala que, si hablamos de amor como la “búsqueda de otro individuo”, se confirma que es una actitud presente en todos los animales con capacidad reproductiva. Asimismo, también compartimos el mismo proceso neurológico que los animales a la hora de enamorarnos, tal y como confirma David Bueno, investigador del departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Universitat de Barcelona (UB). 

En el reino animal, los mamíferos son conocidos por su capacidad de establecer fuertes lazos afectivos. Según Ana Fidalgo, en los primates, por ejemplo, es muy común observar alianzas y relaciones de amistad, aunque no son los únicos, los elefantes son reconocidos por sus intensas relaciones de afecto con sus familiares y miembros del grupo, de hecho, se ha llegado a observar que muestran un profundo dolor por la pérdida de un compañero y que, incluso, llegan a realizar lo que podría considerarse como “rituales funerarios”. Otros mamíferos como los delfines son conocidos por su sociabilidad y su tendencia a formar asociaciones cercanas.

Sin embargo, indica la experta, si hablamos de monogamia, los reyes son las aves: “con un elevado porcentaje de especies que establecen vínculos amorosos para toda la vida”. El mundo del cortejo de las aves es a menudo una exhibición compleja y colorida, además de meditada. Muchas especies, como los pavos reales, realizan interesantes exhibiciones para captarla atención de la hembra o, por ejemplo, los pájaros lira, conocidos por sus melodías. Esta monogamia en las aves puede ser tan destacada que ciertas especies comparten responsabilidades como la construcción del nido o el cuidado de los polluelos. 

Bajo el mar también está presente el amor. Especies como los peces payaso forman a menudo parejas monógamas y colaboran en la protección de su territorio y en el cuidado de la cría. Aunque no todo es tan parecido al amor humano, en el mundo de los anfibios y reptiles es “más bien una atracción instintiva, cuyo fin es simplemente la copulación”, reconoce David Bueno.

El amor animal abarca una amplia gama de comportamientos que reflejan la necesidad de la naturaleza en la innata conexión y cuidado. De diversas maneras, los animales expresan gestos simples de afecto que muestran una diversidad de expresiones del amor, algo que nos recuerda la universalidad de este sentimiento no tan humano.

Por Sara Adán.

 

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