Desde hace unos años se está experimentando un fenómeno preocupante entre la población joven cuyas edades se comprenden entre los 15 y 34 años: un creciente malestar emocional. Esta tendencia está siendo cada vez más reconocida y estudiada debido a las graves implicaciones que esto conlleva, desde episodios de ansiedad, depresión o estrés crónico hasta problemas de autoestima. Sin embargo, hay quienes aún se empeñan en considerar a esta generación “de cristal”, un término que se atribuye a su supuesta fragilidad emocional y a la sobreprotección. La Enquesta a la Joventut de Catalunya de 2022 incluyó por primera vez el indicador WHO-5, responsable de valorar el bienestar emocional en salud mental, un informe a partir del cual la profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Mireia Bolíbar, saca diversas conclusiones.
- En primer lugar, los resultados muestran que un 31,2% de las personas entre 14 y 34 años sufre malestar emocional. En esta cifra se observan desigualdades de género, un 24% de los varones y un 38,8% de las mujeres conviven con esta situación mental.
- Estas cifras también dejan ver que este estado emocional se ha convertido en normalidad desde la llegada de la pandemia de la COVID-19.
- Los colectivos con posiciones sociales privilegiadas también experimentan esta situación, lo que indica, como afirma esta profesora, que se trata de una problemática transversal entre la población joven.
- Los factores económicos, laborales y residenciales afectan en gran medida, ya que, mientras que el 24,1% de las personas entre 30 y 34 años emancipadas sufren malestar emocional, un 35,6% de personas no emancipadas también lo sufren.
Además de los resultados recogidos en este informe, hay numerosos estudios que recogen otros factores que afectan sobremanera a la salud mental de los jóvenes. El impacto de las redes sociales, la presión por mantener una imagen perfecta en los perfiles online, el sobresfuerzo académico o las incertidumbres laborales son algunas de las causas que motivan las negativas cifras en las encuestas sociales.
La encuesta de la Confederación de Salud Mental de España del pasado año confirmó una cifra desoladora: solo el 30,8% de los jóvenes entre 15 y 29 años cree que tiene una buena salud mental. Este cambio de paradigma preocupante comienza cada vez más temprano, desde los 12 años incluso. Los grupos más proclives a experimentar problemas de salud mental son los que tienen entre 18 y 34 años, especialmente las mujeres y en el colectivo LGTB. La idea del suicidio (que afecta al 14,5%, en la población general con estos trastornos) o de las autolesiones (9%) entre las personas con problemas de salud mental se produce en mayor grado entre los jóvenes de 18 a 24 años, concluye la misma encuesta.
El malestar emocional en la juventud es un desafío complejo que requiere un enfoque multifacético y una atención de calidad para tratar la salud mental de los jóvenes españoles. Al reconocer y abordar las diversas causas, es posible ayudar a la juventud a sobrellevar estas dificultades y construir una base sólida para su bienestar futuro.
Por Sara Adán.
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