¿Qué pasaría si te dijera que un único animal es capaz de polinizar la vegetación y  es, en gran parte, el responsable de proporcionarnos nuestra cadena alimenticia? 

Sí, hablamos de las abejas.

Las abejas, a pesar de ser clave para nuestro ciclo vital, son uno de los grandes desconocidos por parte de la sociedad. Numerosos estudios del CSIC en general, y de la Estación Biológica de Doñana en particular, corroboran su papel protagonista en el mantenimiento de la biodiversidad. Y otras entidades e instituciones lo corroboran. Según la Fundación Aquae,  son imprescindibles para los seres humanos puesto que, de manera directa o indirecta, dependen de ellas para la alimentación. La Real Sociedad de Geografía de Londres y el Earthwatch Institute nombraron a las abejas como ‘los animales más importantes del mundo’. Además, según el Centro de Emprendimiento de Apicultura, de la Universidad Mayor, y la Corporación de Apicultura de Chile hasta un 70% de la agricultura mundial se da gracias a la acción de las abejas. Ellas favorecen la polinización y la reproducción de las plantas. Esto equivale aproximadamente al 35% de la producción de alimentos.

Hemos asistido, desde hace años, a la desaparición masiva de cientos de millones de abejas. A raíz de 2006, la problemática se hizo visible y se comenzó a ahondar más profundamente en las amenazas a las que se enfrentan las abejas y su posible solución.

Quizás, lo que más llama la atención de todo esto es la escasa preocupación, movilización y concienciación por parte de la sociedad que, de desaparecer las abejas, tendría que lidiar con graves consecuencias. Existe una especie de nube negra en torno al conocimiento de dichos insectos, de su hábitat y de cómo afecta la presencia del humano en su ciclo de vida. La desinformación por parte de la sociedad impide atajar la problemática y poner medidas, evitando la extinción de uno de los pilares fundamentales de nuestra existencia.

La gravedad de la situación de algunas de las especies de abejas es, en gran parte, responsabilidad de la acción humana. A través de prácticas habituales y concretas realizadas por el humano, como el uso de pesticidas, el destrozo de sus hábitats naturales o matar masivamente a las abejas son algunas de dichas prácticas. Sin embargo, algo tan simple como fomentar el reconocimiento de las mismas podría revertir la preocupante situación a la que nos enfrentamos. La cuestión es: ¿cómo dar a las abejas la posición de importancia y respeto social que merecen?

Con el objetivo de conseguir un atajar la grave situación en la que nos encontramos, el Museo Casa de La Ciencia, del CSIC, ha incluido una exposición dedicada única y exclusivamente a las grandes olvidadas que son las abejas y, a través de veinte imágenes que han plasmado la diversidad de especies, las amenazas a las que están sometidas y la importancia que tienen que, sin duda alguna, debe ser reconocida por toda la sociedad.

¡Aprende, disfruta y conoce más sobre el fascinante mundo de las abejas en nuestro museo!