La cocina de nuestra casa puede ser un lugar lleno de ciencia en acción. Muchos de los electrodomésticos que usamos cada día dependen de principios científicos que nos facilitan la vida. No solo se trata de un espacio importante en nuestros hogares al ser el lugar donde preparamos nuestras comidas, sino que podríamos decir que se trata de un pequeño laboratorio. Desde la energía eléctrica que activa los dispositivos hasta las leyes de la física y química que hacen posible procesos como la refrigeración o el calentamiento, la ciencia está presente en cada rincón de nuestras cocinas. ¿Por qué el microondas calienta la comida tan rápido? ¿Cómo es que el frío del frigorífico conserva nuestros alimentos? ¿Qué tiene que ver la fuerza centrífuga con una lavadora? Aquí tienes una breve explicación de la ciencia que hay detrás de los electrodomésticos más comunes:
La lavadora:
El funcionamiento de una lavadora se basa en varios principios de la física y la química. El ciclo de lavado implica el uso de detergentes (química), que están diseñados para reducir la tensión superficial del agua, permitiendo que penetre mejor en las telas y elimine la suciedad. El giro del tambor aprovecha la fuerza centrífuga (cuando un cuerpo es sometido a la rotación, cierta fuerza le provoca un desplazamiento hacia afuera) separando el agua de la ropa y expulsándola durante el ciclo de centrifugado.
El frigorífico:
Usan un ciclo de refrigeración por compresión de vapor, que es un principio clave de la termodinámica. Un gas refrigerante circula en el sistema, absorbiendo calor del interior del refrigerador al pasar de líquido a gas (evaporación). Este calor es expulsado cuando el gas es comprimido y vuelve a convertirse en líquido. Así, se mantiene la temperatura baja en el interior del frigorífico, conservando los alimentos.
El microondas:
Funciona mediante radiación electromagnética en el espectro de las microondas, que hace vibrar las moléculas de agua en los alimentos, generando calor a través de esta fricción. Es una forma rápida y eficiente de cocinar o calentar comida, ya que calienta directamente las moléculas de agua sin necesidad de calentar todo el aire o el recipiente.
El lavavajillas:
Emplea varios principios de la química y la física. El detergente, similar al de la lavadora, está formulado para eliminar grasa y restos de comida. El chorro de agua caliente disuelve la suciedad y, junto con la acción mecánica del agua a presión, limpia los platos. Además, el secado de los platos se basa en el principio de evaporación: el agua residual se evapora más rápido si la temperatura es alta.
La licuadora:
Utilizan motores eléctricos para hacer girar cuchillas a gran velocidad. El motor convierte la energía eléctrica en energía cinética, que es transferida a las cuchillas. La fuerza centrífuga generada por el giro rápido corta y mezcla los ingredientes.
El pequeño laboratorio que tenemos en casa nos hace ver cómo la ciencia está literalmente al alcance de nuestras manos y de una forma cotidiana. Del mismo modo, la propia preparación de los alimentos también conlleva el uso de numerosas tecnologías. El libro del CSIC La ciencia y la cocina, escrito por Marta Miguel Castro y Mario Sandoval Huertas, describe en qué consiste la ciencia culinaria y cuáles son los principios que determinan y mejoran la preparación de alimentos ya que detrás de cada receta hay reacciones químicas, físicas y biológicas que determinan el sabor, textura y aroma de cada plato.
Por Sara Adán.
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