La brecha de género en las materias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sigue existiendo, especialmente entre los estudiantes de secundaria. En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se ha realizado un estudio con la finalidad de investigar las percepciones del alumnado de secundaria. Para ello se trabajó con una muestra significativa de aproximadamente 900 estudiantes.
Los resultados mostraron que un 65% de los varones muestran interés por las disciplinas STEM frente a un 47% de las mujeres. Aunque en un principio esto parece un resultado esperanzador a la hora de escoger estudios universitarios las mujeres no suelen decantarse por grados como matemáticas o cualquier tipo de ingeniería debido a estereotipos y percepciones que desalientan a las jóvenes. Por ejemplo, en carreras como la de Ingeniería informática solamente un 13% del alumnado son mujeres.
Esto no sólo ocurre en el ámbito universitario. En el campo de la Formación Profesional el número de alumnas en las aulas de ciclos relacionados con materias STEM también son considerablemente inferiores respecto al número de varones. Solamente el 7% de las mujeres que realizan un ciclo formativo han cursado estudios dentro de este campo de materias frente a un 52% de los hombres.
Conseguir una reducción de esta brecha entre hombres y mujeres no sólo beneficiaría a las jóvenes, sino que podría ayudar a impulsar la innovación en estos campos de estudios que están en constante desarrollo.
Para encontrar una solución a este problema se pueden ir realizando pequeños cambios como una buena elección de juguetes con los que pasarán el tiempo los más pequeños. En este mismo estudio realizado por la ULPG refleja cómo los niños suelen preferir juguetes como coches o piezas Lego.
Los referentes profesionales también juegan un papel fundamental a la hora de elegir los estudios que se quieren cursar. Muchas jóvenes experimentan el conocido síndrome del impostor y no se ven capaces de realizar determinadas tareas y a subestimar sus competencias. Para que esto no ocurra son importantes los referentes femeninos, no sólo históricos sino familiares. Añadido a todo lo anterior, también existen talleres prácticos que ayudan a despertar el interés por las materias STEM de las niñas desde una edad temprana.
Por Clara Barea Prieto
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