El lince ibérico (Lynx pardinus) es un mamífero carnívoro endémico de la península ibérica. Es muy conocido por ser una especie que se ha encontrado en situaciones bastante graves en materia de extinción. Son muchos los estudios que se han llevado a cabo con el objetivo de aumentar la densidad de este animal, de hecho, a principios de este siglo, las cifras que acompañaban a este mamífero eran muy alarmantes y fruto de preocupaciones de los/as científicos/as de la Estación Biológica de Doñana. Fue en esa época cuando el número total de linces rondaba los cien ejemplares viviendo en libertad. Actualmente, aunque no ha salido del peligro de extinción, hay alrededor de 1.100 ejemplares, cifras más motivadoras, según un informe de la ICTS de la Reserva Biológica de Doñana.

¿Qué estrategias se llevaron a cabo en Doñana para motivar su reproducción?

Según datos del investigador de la Estación Biológica de Doñana, Alejandro Rodríguez, en primer lugar fue necesario actuar sobre su alimentación, basada principalmente en el conejo. Es por ello que la situación de estos animales afectaba directamente al desarrollo del lince. Gracias a la actuación en este campo, se consiguió mejorar la densidad de población de los conejos, y con ello, aumentar el alimento de la especie en peligro de extinción. Además, se apreció que durante finales de los 80, los conejos experimentaron una enfermedad hemorrágica que mermó en demasía su población, lo que acababa alterando el bienestar del lince y su nutrición. Posteriormente se llevó a cabo una introducción de nuevas poblaciones de lince ibérico de manera que se fundaran nuevos núcleos poblacionales, asimismo, explica Alejandro Rodríguez, se realizaron numerosos estudios en torno a sus modos de vida, tolerancia de otras especies y sus pautas de comportamiento en las diferentes etapas de sus vidas. Tras estas reintroducciones, ellos mismos han sido los que han ido procreando y fundando nuevos núcleos de convivencia basados en sus propios gustos y mejores condiciones. 

Los/as científicos/as temen que vuelva a ocurrir un episodio parecido con lo acontecido con los conejos y que vuelva a afectar a este felino, sin embargo, la EBD lleva a cabo un estudio continuo cuyo punto de mira se encuentra en no permitir que las cifras poblacionales del lince ibérico disminuyan y lleguen a cifras parecidas a las del inicio de siglo. Esta especie ha pasado de encontrarse en “peligro crítico de extinción” a “peligro de extinción”, según informa el Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, gracias a la gran labor de profesionales que hacen de su día a día un exhaustivo seguimiento de control, porque el lince ibérico debe continuar su expansión y dejar atrás ese gran susto que conmocionó a la historia de la fauna de la península ibérica. 

Por Sara Adán