Cuando buscas mu' apañao en el diccionario de la R.A.E. sale esta foto de Manuel. Apañao tanto en el sentido de buena persona como de manitas haz-cualquier-cosa. Y es que Manuel es el mejor encargado de mantenimiento que ha conocido la Casa de la Ciencia, "y mira que el listón está alto" - comenta una compañera.
Eficiente y sobre todo trabajador; confiesa que le encanta mantenerse ocupado y si no tiene muchas cosas que hacer se las busca. Claro, viendo a los niños correteando durante toda la mañana anima, aunque no tengas trato con los visitantes. Su rutina de trabajo: llegar a las 8:00, abrir talleres y las exposiciones, encender luces... y a partir de ahí lo que surja: básicamente arreglar todo lo que se rompa.
Manuel nació en Gandía de padres andaluces inmigrantes, pero volvió de pequeño a su tierra. Fue autónomo hasta que se arruinó por culpa de la crisis económica; logró una plaza fija por oposiciones en el CSIC ("tuve mucha suerte") y, después de trabajar en Barcelona, empezó hace unos meses su empleo en nuestro Museo. Tiene una esposa y la "parejita" niño y niña (11 y 12 añitos) y se confiesa feliz.
Aun así, "no le diría que no a un coche nuevo, sobre todo si es un Chrysler 300 negro". Mientras tanto, le encanta practicar senderismo con su familia por toda la provincia de Sevilla y las películas de ciencia ficción (Matrix o Blade Runner son sus clásicos). "De joven me encantaba la música electrónica en las discotecas, pero desde hace unos años lo tengo un poco aparcado (risas)". ¡Ah! Y baila salsa.
Como curiosidad cuenta que cuando empezó a trabajar tenía algo de pavor al andar por el sótano. El motivo es que algunos vigilantes de seguridad decían haber escuchado por las noches ruidos extraños y puertas que se cerraban solas. También parece que hubo un caso de un guardia que salió de la Casa de la Ciencia llorando y negándose a volver a entrar. De todas formas, a Manuel pronto le empezó a dar igual pasearse por el subsuelo. "No llegué a escuchar nada ni a experimentar ninguna experiencia paranormal".
Y vosotros, ¿creéis en los fantasmas?
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